jueves, 29 de julio de 2010

Urbanismo Vs. traumatología


Después de meses de obras, ya está abierto al paseante el tramo Carrera de San Jerónimo-Plaza de las Cortes remodelado por el arquitecto portugués Álvaro Siza. El acerado de la Carrera -ya se ve- ha ganado en anchura (pasa de 9 a 16 metros) pues se ha limitado el paso de automóviles, pero no se ha dejado ni un alcorque, ni un resquicio verde, por lo que probablemente se pretenda convertir próximamente en pista de aterrizaje de aviones.
Se ha arrasado el jardincillo romántico de la plaza, del que solo sobreviven los árboles centenarios que rodearon la estatua de Cervantes, verdadero culpable de toda la remodelación, pues Siza descubrió que estaba mal situado. Escriba ud. la obra cumbre de la literatura universal y dispóngase a que le culpen de cualquier cosa.
El desnivel de la plaza, que antiguamente se salvaba con una suave pendiente ha sido sustituido por tres engañosos escalones, que aunque aparentemente practicables para un espíritu optimista, te ponen en riesgo real de precipitarte al vacío desde su altura desproporcionada. Esto es así hasta el punto que el arquitecto se ha visto obligado a diseñar un vallado como solución de urgencia, que es precisamente donde iban las víctimas de las caídas.

Para completar la tarde, se pueden ver en la Casa de Correos de la Puerta del Sol unas vitrinas donde se expone el contenido de la cápsula del tiempo encontrada bajo el monumento a Cervantes. También se llega cómodamente por la calle del Prado.




sábado, 24 de julio de 2010

A los jóvenes dolorosos


¡Ah, joven doloroso, joven triste,
que sufres como yo del mal de España,
y que una negación honda, en tu entraña
tienes, clavada, contra lo que existe!

-Tu virgen corazón vibra de saña,
de santa saña, porque no tuviste
lo que pidió tu amor cuando naciste
de la Patria, una idea y una hazaña.

La general inepcia fue el veneno
que atosigó tu juventud vehemente
y de asco y de dolor yo te sé lleno.

¡Mas el futuro es nuestro y esa gente
que hizo nuestra desgracia se va al cieno!
Hermano, aquí va un ósculo en tu frente.

Ramón de Basterra (1888-1928). Soneto A los Jóvenes Dolorosos, publicado en la revista HERMES.











viernes, 23 de julio de 2010

Novela de los oasis saharinos


Mitad relato autobiográfico al hilo de una corresponsalía marrueca, mitad fantasía orientalizante producto de resacas interminables al borde del mayor desierto del mundo. Esta "Circe. Novela de los oasis saharinos" desmiente a César González-Ruano como único escritor de artículos cortos. Por contra, el alter ego del periodista, Mario, nos pergeña un entretenido relato que incluye aventura, misterio, amor y grandes cantidades de whisky. Todo ello contado entre esas poéticas descripciones marca de la casa. Recomendable lectura de verano -si se nos permite- especialmente para preparar un viaje africano; Circe es África.

Parece que la única edición que ha conocido la novela es esta Beragua de noviembre de 1935 en la que se imprimen 5000 ejemplares de los cuales algunos quedan todavía no ya en librerías de viejo, sino en las estanterías de fondo de novela en la Casa del Libro, de donde saqué la que manejo. Ya lo que faltaba es que la hubieran colocado con las novedades. De los intentos de reedición nos dice González-Ruano en sus memorias "...preferí ir haciendo libros nuevos y no me ocupé seriamente de sacar esta novela de los escombros y la ceniza que sepultaron su recuerdo".
Claro que sabiendo como sajó la censura de posguerra su libro sobre Baudelaire, es fácil imaginar como hubiera esquilmado este otro. Empezando por la portada, inimaginable dos años después de aquel 1935.



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lunes, 19 de julio de 2010

Vencer o morir




Como ya es sabido el Fanjul veterano de Cuba y de África, el Fanjul licenciado en Derecho, subsecretario, cargo electo de la República y prototipo de hombre de orden y el Fanjul alzado legitimamente contra la impunidad y contra la sovietización de la capital de España estaba dispuesto a salir él solo a caballo declarando el estado de guerra por las calles de Madrid aquel 19 de julio. De manera que en aquellas calles -Ferraz esquina Pintor Rosales- será esta noche a las 21 el homenaje a todos los Caídos del Cuartel de la Montaña.


Las imágenes proceden del llamado Archivo Rojo propiedad del Ministerio de Cultura y corresponden a la tarde del día 20, cuando una vez terminada la matanza entra en el cuartel la turba, es decir, los defensores de los ideales de la Ilustración, y allí posan para el fotógrafo.

Para compensar, la versión poetizada de la defensa del cuartel es del dibujante y pintor sevillano Joaquín Valverde y procede de la "Historia de la Cruzada Española". (Lápiz y aguada sobre papel 650 x 527 mm. Inscripción en la parte inferior: El insensato intento de avance se estrella en el muro de adoquines que ha sido levantado por los militares).











viernes, 16 de julio de 2010

El misterio del museo menguante


El próximo lunes se inaugura por fin el Museo de Ejército en su nueva ubicación del Alcázar de Toledo y se siguen publicando detalles de los contenidos que son como para permanecer atentos a las pantallas. Es lo que tiene el ir definiendo contenidos a golpe de globos sonda: primero en la decisión de eliminar la antigua sala de la División Azul -que era la más visitada del antiguo museo- y tras algunos artículos en prensa la comisión rectifica aunque dice que se modifican los contenidos. Después se decide eliminar el antiguo despacho de Moscardó porque no se corresponde con el recorrido expositivo, cuando lo que no corresponde es poner un museo en el sitio que debía estar consagrado a la gesta. Parece que finalmente se mantendrá el despacho.
Para evitar elucubraciones vayamos a los datos oficiales: en el moderno edificio se expondrán 6500 objetos, la cuarta parte de los que se exponían en el viejo caserón de la calle Méndez Núñez. O sea que en el traslado de Madrid a Toledo el museo deja por el camino 19000 objetos. Se habrán quedado por Illescas. Parece que se eliminan contenidos para dejar sitio a los paneles explicativos pues se pretende hacer un recorrido didáctico. No sería mala idea si no supiéramos que es lo que nos quieren enseñar. Pero tampoco perdamos ojo a las generosas concesiones a la historia militar mas discutida, pues tranquilizan a los suspicaces cuando advierten que se mantendrá un busto del general Franco.
Hasta que lo visitemos, evitaremos la historia militar del XX; en la fotografía del diario El País, parte de la colección de armaduras legada al Museo por la Casa Ducal de Medinaceli.






lunes, 12 de julio de 2010

A la manera romana


«Querido hermano Isaac:
Maravillado de Italia, te envío un saludo a la manera romana, que sea el santo y seña de nuestra vieja amistad fraternal, renovada en la distancia. Ayer, 11 de Julio del año 1933 de la Era Cristiana, XI de la Era Fascista, Dios quiso concederme el gozo inefable de poder admirar el retrato del Papa Doria de Velazquez. Sin duda el mejor retrato del mundo... »

Tarjeta Postal de Adriano del Valle a Isaac del Vando-Villar, del libro "Los Papeles Perdidos de Isaac del Vando". Paulino González y Rogelio Reyes (Academia Sevillana de Buenas Letras, 2003).

Ya habíamos descubierto que otro 12 de julio, pero de 1933,
Adriano del Valle de visita por Roma le escribe a su amigo Isaac del Vando sobre su deslumbramiento ante el retrato del Papa Inocencio X de Velazquez que ya entonces se encontraba en la galería Doria-Panphili. Ese deslumbramiento itálico no se limita a lo artístico, pues vemos que el gran Adriano ya cuenta sus jornadas en función de la marcia su Roma, como era común en la Italia del momento, y saluda a Isaac como le hubiera saludado aquel emperador de la Bética con su mismo nombre.

Esto nos demuestra una vez más que Adriano del Valle está en la vanguardia, pues pertenece a ese grupo de primeros hispanos deslumbrados por el Gobierno Mussolini, entre los que siempre se destacan un par de corresponsales de diarios españoles en Roma que vivieron aquello de primera mano y no pudieron más que descibir la euforia del momento. Aquí, tres meses antes del discurso del teatro de la Comedia, Adriano ya ponderaba la versión (original) italiana.
Del bueno de Isaac del Vando, que recibió la postal en su casa de la collación de San Andrés, no sabemos si compartía el entusiasmo político de su amigo de juventud, ni siquiera si le daba la razón en su juicio ante el retrato del papa ceñudo: el mejor retrato del mundo.









lunes, 5 de julio de 2010

Brazos al viento


Ayer recordaba a un compañero de trabajo caraqueño que siempre nos dice que lo que él quisiera para Venezuela es que fuera una comunidad autónoma española, deseo que solo resulta comprensible en caso de que se conozca la realidad laboral y social venezolana como él la conoce y los trámites que cada dos años hace para ampliar el permiso de trabajo.
El hecho de que toda la América española no siga siendo España habría que agradecérselo -es un decir- a Simón Bolivar que fue el que encendió aquella antorcha secesionista. Un Giménez Caballero especialmente atrabiliario lo absuelve piadosamente en su ensayo Bolivar ante España y sus Autonomías (1985), aunque en un momento de lucidez no pierde ocasión para advertirnos "Puede afirmarse que donde empezó Bolivar terminan hoy la Cataluña de Jordi Pujol, el Euzkadi de los lendakaris vascos y demás autonomías peninsulares".
Lo que resulta menos lógico es que a pesar de todo lo anterior, las estatuas del líder separatista sigan cabalgando al viento por la geografía hispana como si se tratara de un prócer de la patria que tanto empeño puso en desmembrar.
Todo esto al hilo de la noticia que nos da cuenta de la celebración de lo que podría llamarse kermesse festivo-libertadora con motivo de la llegada a Venezuela de los "restos simbólicos" de Manuelita Sáenz. Los restos son simbólicos porque los reales no existen, pero tampoco es cuestión de pararse en esas minucias.

A la altura de 1980 se inauguraba en el paseo de la Palmera de Sevilla la estatua ecuestre de Simón Bolivar y ya de niños nos llamaba la atención a mis hermanos y a mi que el Libertador, haciendo honor a su nombre, se liberara de la necesidad de asirse a las riendas de su caballo al trotre y por tanto se viera en permanente riesgo de caer de boca contra el asfalto. Por tratarse de un capricho del artista, esa circunstancia me resulta hoy menos absurda que la conveniencia del monumento en sí.




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