Un profesor de mi colegio al que le preguntaron en clase a que Generación pertenecía Juan Ramón Jimenez, contestó que no pertenecía a ninguna porque él solo era una generación completa.
Lo recordaba porque leía que otra profesora, Rocío Fernández Berrocal, tiene una tesis sobre lo que supuso Sevilla en JRJ. pues entre otras cosas fue la cuidad donde descubrió su vocacion. Y a la vez, hoy he repasado este azulejo en la estación de tren de Dos Hermanas, por donde pasó el poeta otro 28 de enero.
Cielo azul y naranjas:
¡Do Jermanaaaaa!
...el tren no va hacia el mar, va hacia el verano
verde de oro y blanco.
una niña pregona: "¡Violeeeetaa!"
Un niño: "¡Agüüita frejca!"
Yo, en un escalofrío sin salida,
sonrío en mi tristeza y lloro de alegría.
- Dos cables:"Made, novia: Moguer; Long-Island;
Flushing: naufragué, en tierra, en mar adentro.
28-Enero-1912
Versión de Francisco Garfias en su JUAN RAMÓN JIMENEZ, Ed. Taurus de 1958. Pg.103
Nos dice su paisano Grafias, que iba de camino de Cadiz para embarcar a América y la parada en el pueblo le hace recordar las dos personas a las que de verdad aprecia; su madre y su novia.
Curiosamente esa estación de tren también aparece varias veces en la obra de Fernan Caballero, sobre todo en La Gaviota, y ella misma la frecuentaba cuando se desplazaba a su residencia campestre.
Para rematar, a tiro de piedra del lugar, vivió bastantes años José Lamarque de Novoa, uno de los maestros del joven Juan Ramón.
Lo que se dice una estación muy literaria.
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