lunes, 15 de diciembre de 2008

O César o nada


Definitivamente, ni el perseverante escribidor en veladores de cafés de toda Europa, ni el pretendido sinvergüenza autor de toda iniqudad posible, se nos muestra al completo en este magnífico adoquín de la editorial Renacimiento. Ya lo advierte el autor en el título y -al menos en esto- tendrán que reconocerle que no miente a nadie.
Se puede decir que abandona aquí González-Ruano parte de aquel barroquismo de su prosa, y que lo hace en favor del ritmo con el que los acontecimientos de una vida vienen a su memoria. Asombra el despliegue onomástico y geográfico y sobre todo la elegancia con con que habla de amigos y enemigos. A los primeros no les escatima elogios, pero a los segundos les hurta la hiel y casi los justifica en la distancia tratándolos con desprendida ironía. Véanse sus desencuentros -por ejemplo- con Manuel Machado. Y en lo de tratar bien a los enemigos, nunca ha sido pagado con la misma moneda.

Prevenido, empecé a leer el libro por su corresponsalía en París de 1942 y por si hiciera falta decirlo, no creo que los actos que le llevaron a la cárcel parisina de la Gestapo -jamás aclarados del todo- justifiquen ese odio que va de Pedro Salinas a nuestros días. Novelillas de dudosa ficción pasarán; los alejandrinos de la Balada de Cherche-Midi quedarán para siempre.

Se me ocurre que en estas 600 páginas se cuentan anécdotas como para escribir otras 20 o 30 novelas sobre de la historia de nuestra literatura del XX. Por ejemplo el episodio en que cuenta González-Ruano la manera en que Rafael Alberti consiguió el Premio Nacional de Literatura en 1925. Mucho humor y ni gota de inquina.
Tanto tiempo pasó Ruano en la café de Recoletos 13 y resulta que con los años toda su obra se mantiene y difunde desde el palacio de Medina de las Torres en Recoletos 23. Esta tarde pasamos por allí. Ni rastro de César.




6 comentarios:

ONDA dijo...

Algo pondrá de Adriano ?

En la revista Caracola homenaje a Adriano.-Octubre Noviembre- de 1957 le dedica una preciosa necrológica.

Creo que en la casa de Rio Rosas si hay una placa conmemorativa....

Pardeza el exjugador del Madrid se encargó de recopilar su obra...

Ya nos contarás, buen ejemplar el de Renacimiento.

enrique dijo...

Uno de los grandes, sin duda.
Gracias por la recomendación.
¿Leiste mi correo sobre el nuevo libro escrito sobre Dionisio Ridruejo?

Olga Bernad dijo...

Va a parecer que hago propaganda de ese blog, pero es que me sorprende la coincidencia con el tema y con el comentario de Ignacio. Y creo que esta entrevista os interesará (igual ya la conocéis).
Saludos.

Alfaraz dijo...

Pues sí Ignacio. Como no podía ser menos, habla con mucho cariño de Adriano, cuando lo vió aparecer vestido con aquel mono de aviador en el barco que lo llevó a Roma junto con Giménez Caballero y Manuel Díez Crespo en el verano de 1937.
Fijate que frente a tanto poeta malencarado, yo siempre me imagino a Adriano levantando los brazos para abrazar a un amigo.

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Alfaraz dijo...

Oído cocina, Enrique!

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Olga, me ha gustado mucho la entrevista a Pardeza que no conocía, así que gracias. Y también por el blog que tiene muy buena pinta; maño de origen y literario de vocación.
Me lo guardo.

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ONDA dijo...

Mi abuelo era sobre todo buena persona y gran amigo de sus amigos y un cachondo mental con mil anecdotas que he de contaros poco a poco.

Un abrazo.
El artículo necrologia se llama Adriano Hispalense. de 1958