domingo, 31 de agosto de 2008

Moss, mon amour

A propósito de una estatua de oro. (O de cómo nuestro clásico se pudo adelantar 400 años a una noticia).


En crespa tempestad del oro undoso
nada golfos de luz ardiente y pura
mi corazón, sediento de hermosura,
si el cabello deslazas generoso.

Leandro en mar de fuego proceloso
su amor ostenta, su vivir apura;
ícaro en senda de oro mal segura
arde sus alas por morir glorioso.

Con pretensión de fénix, encendidas
sus esperanzas, que difuntas lloro,
intenta que su muerte engendre vidas.

Avaro y rico y pobre, en el tesoro,
el castigo y la hambre imita a Midas,
Tántalo en fugitiva fuente de oro.


FRANCISCO DE QUEVEDO. SONETO 449.
Ed. de José Manuel Blecua ( Madrid 1969, Castalia).
(A EFECTOS VARIOS DE SU CORAZÓN FLUCTUANDO EN LAS ONDAS DE LOS CABELLOS DE LISI)





sábado, 30 de agosto de 2008

Un cazo en la Embajada


La circunstancia y ventura en que se escribió la novela Rosa Krüger viene a ser, por lo menos, tan interesante como el argumento de la misma. La embajada de Chile en Madrid fue desde el levantamiento militar, amparo de afectos al bando Nacional, y se calcula que unas dos mil personas se refugiaron en las distintas legaciones chilenas en la capital.

En la calle del Prado la embajada se vio desbordada
rápidamente, y el propio domicilio particular del diplomático Morla Lynch, verdadero artífice del acogimiento, da cobijo a 53 refugiados. Cuando surge la fórmula de ir anexando legaciones, el palacete de Castellana 29 se pone bajo pabellón chileno y empieza a recibir evidentes paseables; desde curas y monjas a aristócratas y falangistas. El ambiente al cabo del unas semanas no es difícil imaginar: hacinamiento, falta de víveres e higiene precaria.
Y en medio de toda aquella humanidad pavorida y desocupada,
Sánchez Mazas escribe durante el dia las cuartillas de su novela que les leerá a los demás por la noche. Algunos lo reconocieron después: era el único momento del día en que olvidaban la tragedia en que estaban inmersos.

La
instantánea —no se puede negar— tiene en su simetría algo de pose para el fotógrafo. Todos atienden mientras Sánchez Mazas lee su capítulo. Samuel Ros a su derecha y el conde de Montarco a la derecha de éste, parecen mirar un mendrugo de pan y un vaso de vino.
No sabemos aún que hace el cazo vacío en medio de todos.
















viernes, 15 de agosto de 2008

Maciza espiga enjoyada


Maciza espiga enjoyada
del sol y de pedrería;
soberana de alegría,
promesa en blanco bordada.
Vieja fe, rica almohada
del corazón de Sevilla.
Ladera que en oro trilla
esa pura serenata
del fervor que se dilata
en tu majestad sencilla.

JUAN SIERRA (de MARÍA SANTÍSIMA 1934)



martes, 12 de agosto de 2008

Novela del corazón de Europa


Aunque esta novela no se publicó hasta 1984 (casi 50 años después de escrita), curiosamente ya desde antes se consideraba como la obra maestra de Rafael Sánchez Mazas. Y yo creo que con razón.

Una novela de amor, un viaje personal al fin y al cabo, en el que podríamos decir que el Pedrito de Andía del verano pasado se nos hace europeo. También como el año pasado se plantea la historia de amor como un camino espiritual y todo ello con una prosa sencilla en la que no hay puntada sin hilo; cualquier frase, por irrelevante que parezca, demostrará más tarde su sentido. Por otra parte, contrasta mucho con este lírico romanticismo la realidad en que fue escrita Rosa Krüger: con el autor refugiado en la embajada Chilena en Madrid durante la guerra civil. Supondremos que se trató de una terapia frente al ambiente embrutecido que genera la contienda. Y frente a la reclusión estrecha del refugio, los viajes continentales de Teodoro.

A pesar de que leo que esta novela no se plantean referencias tan claramente autobiográficas, me ha parecido ver un retrato de Sánchez Mazas no en el protagonista Teodoro, sino en su cuñado don Rodrigo. Es más, ese Castroviejo me parece un trasunto de Coria y aún estoy por comprobar si la minuciosa descripción de la casa de don Rodrigo se corresponde con la casona de Mazas en el pueblo cacereño.
¿Hay que buscar algún defecto? Creo que también en este caso, el prólogo de Mónica Carbajosa debió haber sido un epílogo. Claro que un servidor, modestamente curado en lecturas, ya tiene como norma leer los prólogos al final.

lunes, 11 de agosto de 2008

Cabo de año de Mercedes Sanz

Primero la huerfana de padre y madre, la niña del internado de las monjas francesas, la fundadora del Auxilio Social que quiso redimir en los demás niños su propia infancia. Más tarde la viuda del héroe, la incómoda al Régimen que no admitía siquiera que pudiese casarse de nuevo.
Pero la memoria de su obra aún no se ha borrado: en plena guerra civil pudo desarrollar su sueño integrador de crear 3000 centros de asistencia para niños y madres necesitadas de ambos bandos. Ridruejo nos recuerda que su valentía reside en que eso era tanto como reconocer las víctimas de la represión en los territorios liberados.
Los centros del Auxilio Social tomaron fama de que se podía acudir a ellos sin miedo a represalias, por lo que las criticas desde dentro no tardaron en llegar.
Su lucha sin embargo, está fuera de cualquier sospecha "Hicimos la guerra para que España no fuese una Albania. La fe, el entusiasmo y el horror al comunismo hicieron el milagro".
Hasta su muerte con 96 años, Mercedes mantuvo la misma claridad de ideas y las defendía en prensa o en televisión, me dicen que muchas veces ignorando el deseo de su familia






martes, 5 de agosto de 2008

Coloquio de torres

Cualquiera puede salir de Madrid después de la siesta -pongamos que a las 6 de la tarde- y empezar a bajar por la carretera de Andalucía. Se pasa por Córdoba y media hora después, mientras el sol cae despacio, se puede levantar el pie del acelerador cuando el coche rodea Écija por la carretera a la derecha.
En ese momento, cualquiera podría recordar a Pedro Garfias.

No el viento ni las sombras con su suspiro largo
con su silencio móvil y su enfermiza yedra
sino el sol vertical, el sol del mediodía
que se desangra a siglos como una enorme vena,
el sol que va dorando su piel y madurándola
hace cantar las torres transparentes de Écija.

Cuando el diamante puro del día resplandece
y da sus mil destellos al cielo y a la tierra
cuando la blanca luz dibuja los contornos
y hace la vida clara y limpia y verdadera
ya las sombras en fuga por los montes lejanos
da principio el coloquio de las torres de Écija.

COLOQUIO DE LAS TORRES DE ÉCIJA (De soledad y otros pesares 1948)