"Salvador Dalí i Domènech, Felipe Jacinto Marqués de Dalí y de Púbol, por la gloria y el servicio de España. Apolítico y anárquico, agarrado a las cuatro barras de Cataluña inmortal, bajo la cúpula del cielo sobre la que se eleva la divina corona del rey. Dalí es una singularidad máxima de España."
Me interesa desde que con 17 años leí su autobiografía My secret life, y es cierto que pudiera parecer que todo lo que le movió fue la locura. Hay también quien dice que fue el dinero y André Breton reordenó las letras de su nombre para formar aquel celebre avida dollars. No creo que llegaran a entenderle, pues su vuelo era demasiado alto.
Todo esto viene al hilo de la conferencia que ayer nos dieron en el Reina Sofía para conmemorar el aniversario de la muerte del genio de Figueras. Nada menos que quisieron explicarnos su escultura "Retrato de Joella", qué ilusos. Para completar, al llegar a casa veo la magnífica entrevista de una hora que en 1977 le hizo Joaquín Soler Serrano.
- Revolución.
- Una vez escribí la palabra "revolución" con cuatro faltas de ortografía. Ese dia mi padre me pronosticó que moriría cubierto de piojos. No fue así porque mi esposa me conquistó e hizo de mí un hobre de éxito internacional.
- Gala.
- Desearía poder hacerla tan pequeña como una aceituna para comérmela y hacerla mía para siempre.
- Se ha proclamado monárquico.
- Pero no politicamente, sino metafisicamente: para mí la monarquía es la prueba de la validez del ácido desoxirribonucleico.
De su muerte sólo recuerdo dos cosas. La polémica del testamento cuándo se descubrió que todo su inmenso legado sería para el Estado Español. Se saltaba así a la Generalidad Catalana -haciendo pértiga con uno de sus bastones- para escándalo de politicos de aldea.
Y también aquella imagen del día de su entierro, cuándo antes de que cerraran el féretro su mayordomo llorando, le colocaba un velo sobre la cara.
Imagen: Salvador Dalí en 1970.